Visitas

jueves, 26 de enero de 2023

Mas sabio que el mar

Escapó siete minutos al mar, 
Contados con fecha de entrada y salida,
Estoy sumergída en el fondo,
El viento hace que las olas sean grandes y ostentosas, 
Estoy allí nadando,
Peleando para que las olas no me derrumben,
Pero q la vez disfrutando 
Y en esa lucha recuerdo una pregunta que le hice a mí psicóloga:
  "Estoy logrando dejando dejar de lado las inquietudes que me atormentan pero siguen apareciendo nuevas, ¿Será que la única forma es evitarlas, nunca desaparecerán?"
Mí psicóloga no había respondido.
He aquí mí paradoja,
Estando en el mar comprendes que las primeras olas son las más pequeñas,
Las más grandes, allá al fondo, dan miedo, asustan
Pero una vez que estás allí en el fondo,
Entendés que no es necesario desaparecer las olas para obtener la calma,
Empezar a saltar una, a atravesar otra
Pero la tempestad no te atraviesa,
Hasta encontrás un goce en ese ir y venir de las olas,
Reconoces tan temprano las olas que logras actuar a tiempo.
Es como si encontrarás una lógica de como actuar para no ser derrumbado por una de ellas.
Entonces supongo que no se trataba de evitar mí angustia, sino de reconocerla para actuar antes de que eso me tiré. 
Y no olvidarme de disfrutar en el medio.
No siempre lo lograré, sino mí amigo Freud diría que la vida no tendría sentido.
Que raro el mar dándome otra respuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario