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martes, 27 de agosto de 2019

Las estaciones y su no se qué

Estaba enojadisima, no quería ir, ¿Verlo? ¿Para qué? Sentía que ir era peor que todo, creía que estaba bailando empapada en gasolina en frente a la fogata. Temia que todo se terminará por mí intento de querer arreglar todo, está viajando, con bolsos, ropa, ¿Para que? Si una parte mía sentía que nada funcionaria.
Recuerdo que el colectivo entro en la terminal, por la ventanilla husmie a ver si lo encontraba pero no lo vi, es normal, había bastantes personas, bajé dejando a todas las personas que tenía al rededor que bajen antes que yo, así en caso de que el se demore le regalaba minutos para apresurarse, cuando oportunamente llegó mí turno no pude esquivarlo, bajé, muy lento. Me pare en medio de la terminal, observé en ambas direcciones, bien detenidamente, pero no lo ví, entendí, que no iba a llegar, sin generar otro caos, fui por mis bolsos, lo busqué, guarde el pasaje, me saque los guantes, los guardé, saqué el celular y tenía un mensaje "ya llegó" recuerdo que pensé ¿De verdad? Pero en ese momento me sentía capaz de controlar mis impulsos destructivos, decidí dejarlos para cuándo no pudiera hacer nada con ellos, le puse " está bien" y me quedé ahí congelada, sabiendo que no quería ir, pero ahí estaba, sin el, me quedé ahí, dudando de porque había ido, nunca llega a horario es normal que pase esto y aún así viniste enojada, en esa lucha conmigo misma vino, apareció del lado en que justo me percaté de vigilar, me pidió perdón y me abrazó, ese abrazo que pareció una simple bienvenida termino siendo el comodín que nos llevó a la victoria. Al abrazarlo lo sentí, sentí a el, a nuestra relación, puedo jurar haber visto todos los momentos bellos de nuestra relación pasar uno tras otro, ahí lo abrace más fuerte y sin poder sostenerme me eche a llorar, fuerte y alto.
Entendía todo, ¿Cómo no iba a ir? ¿Cómo no iba a romper mis esquemas? Si el me generaba la paz que casi nunca logró encontrar, no había sido un error ir, había estado en lo cierto.
Una vez calmada lo besé, olvidándome que llevaba un labial borravino, olvidándome de que había gente, niños mirándonos, lo besé con pasión, lo besé para que sintiera todo lo que yo estaba sintiendo en esa estación, lo besé hasta pintarnos como cuadros. Lo besé y le dije, literalmente " podría quedarme todo el fin de semana en esta terminal mientras sea contigo". Porque ahí, ahí mismo, fue cuando me estallo el cuerpo de amor, donde me inunde de felicidad y por sobre todo de amor

miércoles, 7 de agosto de 2019

La amistad

Las fallas amorosas tienen procesos larguísimos, casi eternos me atrevería a decir. Pero quien no perdió a su mejor amiga, no entiende de pérdidas.
Los amores te acompañan, te enseñan, pero tienen una realidad, sabes que siempre se pueden ir. Las amistades crees que con las charlas de "desencuentros" y tener en cuenta sus necesidades basta, no crees que las amistades pueden terminar igual que el novio ese que fue tu primera vez y creíste que te ibas a casar y tener hijos.
Cuando amé a corazón abierto y morí por infección recuerdo a mí mejor amiga, ahí curando la herida, poniendo alcohol puro, que arda, que quema, que duele, pero que de a poco duela menos. Ahí recuerdo abrazarla con la mente y decir a ella sí que nunca la voy a perder.
Todo el mundo tiene diferentes visiones del mundo, la subjetividad no es objetiva, pero en lo que a mí respecta hice más de lo que quería, hice más por ella que por nadie en mí vida, le di el 60% del amor que yo tenía, el resto lo dividí entre mí novio, mis otras amigas, mí familia y por último en mí. No entiendan mal, no estoy reprochando, ame hacer de mas, poner absolutamente todo de mí para que eso funcione, para tenerla toda la vida, para contar con ella siempre, a lo último tuve algo que nunca había tenido, era raro no hablar un día, y me interesaba absolutamente al 100% por todos sus temas. Éramos diferentes, pero en eso logramos hacer puentes para poder comunicar igual.
Perderla a ella, fue perder por dos, fue perder el anestesiólogo que te alivia las operaciones, fue perder el sentido de la amistad, hoy todo cuesta el doble, hoy confió pero hasta ahí porque si la persona que más quise, y por la que más me esforce se fue ¿Que sentido tiene volver a confiar?. Quedé en duelo, me fuerzo a mantener mis otros vínculos, me fuerzo a no cerrarme, me fuerzo a conocer gente nueva, pero si me preguntan, preferiría quedarme sola, es como cuando te separan que no querés conocer nuevos hombres, tener citas, y aunque tus citas sean espantosas, te levantas y vas a otra. Así se sentía, con ella me sentía fuerte, que podía contra todo, y cuando creí estar empoderada dependía de mí compañera.