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lunes, 7 de agosto de 2017

Mi mundo

El entorno y la persona no se pueden separar dice Perls, y si deben rendir me pueden usar de ejemplo. A pesar de que mi yo, mi organismo está empezando a levantarse de nuevo, a desintoxicarse, como cualquiera que se quebró y un tiempo uso yeso. Pero ahora el cambio iba más allá de lo que yo pueda cambiar.
Mi entorno se mueve hasta hacerme temblar, de nuevo me tira una vez más, otra vez me supera sin poder moverme, me encinta sin permitirme mover y me hace cosquillas, me pone frente a un escenario con el reflector encima mío todos mirándome, apostando a que no me voy a ver que no voy a reaccionar, que de nuevo como a los ocho años me voy a quedar dura sin pensar, sin hacerme escuchar. El tiempo paso, la niña se viste de desnudez, se maquillaje y sus tacones preferidos son rojos, ya elige y se autorreprocha. Ya no es tan niña.
Mi mundo y sus mil movimientos, mi mundo y sus maneras de sobrevivir, mi mundo y sus temblores, sus heridos y sus muertos.