El era quien me alimentaba cuando pesaba lo mismo que en mí niñez, el me curaba las heridas, el las beso y hoy las hace de público conocimiento. Habría entendido que hable de lo tóxico de nuestra relación, lo habría entendido es que así fue que surgió todo intentando conscientizar acerca de las relaciones tóxicas y nosotros claramente eramos ácido. Pero me asombre al leer, me asombre cuando en voz alta descubrí que me tiró al mar repleto de tiburones, me asombre cuando descubrí que su fin, de nuevo, era destruirme. Supongo que no espero que sobreviva al primer round, vuelve por un segundo, pero cuéntenle, avisenle que vine más empoderada que nunca, avisenle que me hice grande y lo puedo aplastar.
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