Visitas

sábado, 16 de marzo de 2019

La purpurina que sos vos

¿Ya tenés otra relación?¿Pero hace cuento te separaste? Es lo que la gente te dice, es lo que vos misma te decís de a ratos. ¿Sabes qué pasa?¿Sabés que te cambia?.
¿Viste cuando algo deja de funcionar?¿Viste cuando tu casa que siempre te contuvo se empieza a caer? Así me pasó a mí, pero nunca pude verlo, seguía aguantando y sosteniendo escombros, creyendo que se volvería a construir, estaba lastimada, dolida, sin fuerza, una parte sabía que nunca me ayudaría a construir todo lo que se nos derrumbó, pero quería quedarme, barrer la tierra, limpiar el lío, quizás esté roto, quizás no me resguarde pero esto fue mío tanto tiempo que no puedo soltarlo. Hasta que él me sacó a patadas de ahí, allí empezó la reconstrucción conmigo misma, curarme, sanarme, saber que aunque el no me eligió yo si me elijo, no es fácil, me deshidrate, me encerré en la cama, pero un día dolió menos, y al otro menos.
Y cuando estás fuerte te cruzas con alguien hermoso, con alguien que quiere construir alto, con alguien que quiere hacer una construcción lenta para que sea más fuerte, con alguien que cuando te cansas de construir, viene te hace masajes y te dice "deja sigo un rato yo", con alguien que cuando dudas de esto te da tú espacio para pensarlo. Su refugio a penas tiene paredes por la mitad pero te cubre de la lluvia, te abraza del frío, te contiene más que otras casas.
Y entendés que si te conformaste con los escombros, la tierra. Ahora, las paredes altas, los proyectos tan ambiciosos, los pisos lujosos y los rincones llenos de amor te demuestran de lo que te estabas perdiendo, tu nuevo refugio te grita ¡Esto merecias! ¡Nunca menos!. Hoy no lo pulis  rendida sabiendo que siempre va a ser así, hoy pulis para que en unos años el piso sea aún más brilloso que la purpurina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario