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domingo, 20 de diciembre de 2015

Llego el doctor y el tiene la cura

Me sentía la reina del universo, como una niña en la cima de su columpio, como un adolescente con su primer sueldo. No dire que el me hacia sentir diferente porque ya después de cuatro novios y mil algo no hay sentimiento que no haya sentido. Y eso era lo genial, no me sentía diferente, me sentía como hace años atrás, me sentía como cuando tenia 14 años y nada es mejor que sentirse inocente y pequeña por un tiempo.
Sin darme cuenta los momentos que pasábamos juntos se estaban convirtiendo en perfectos, andando en su motocicleta tan rápido que siento que me vuelo mientras el sol del atardecer me da justo en la cara, conociéndonos mas en la parte de atrás de su auto antiguo sobre la manta que el preparo horas antes de encontrarnos iluminados por la luna, cambiando cada cosa sin que se lo haya pedido,solo porque sabe que lo odio.
El se estaba esforzando porque lo nuestro funcione sin necesidad de que yo le marque algo, sin que yo me quejara mas de una vez. Sin planearlo era perfecto, algo inesperado pero al final... Algo real.

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