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domingo, 22 de noviembre de 2015

Lamiendome las heridas

Con el poder de conquistar a quien quiera, la sonrisa suficiente para conquistar a todas las polleras del mundo, manos mentirosas que enriendan a la mas intacta y pura dama. Sus pestañas como estandarte, al igual que mi locura al creerle. La endogamia siempre fue un incesto excitante, desde Freud hasta para mi perfecto atleta, jamas creí tener que pasarlo en vida propia pero si.
Cuando sientes que algo no te cierra y resulta que es peor de lo que crees, pero aun no termina, no era todo!. Ahí fue cuando decidí alejarme, amor seamos sinceros no nos debemos explicaciones, tampoco me interesan los detalles, solo se que tu celular sonó y sono, tu habías tomando tanto vino suficiente como para quedarte dormido donde sea, y casualmente olvidaste tus llaves. En verdad no quiero oír el resto de la historia, solo dejame alejarme sin ser cómplice. A veces uno necesita tiempo para lamerse las heridas.

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