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miércoles, 4 de marzo de 2015

Nadie lo tiene todo

Recuerdo esa mañana,  el clima estaba tan indeciso como mis sentimientos luego de enterarme todo, ahí me encontraba yo tomando mi café sentada en la mesada de la cocina observando por la cocina a pesar de las lágrimas sabiendo que era el fin. Había creído en el y de repente entendía todo en un mismo momento, fue mas información de la que necesitaba, nada se podía comparar con ese momento porque sinceramente era inexplicable no podía ni siquiera definir si estaba angustiada, enojado, desilusionada, pero si había algo claro no debía estar juntos. Pero el llamó, escuchó su tono de voz triste, me confesó que se encontraba llorando, esa misma persona que me contó que lloraba por pocas cosas cosas, es decir yo formaba parte de sus "pocas cosas" y eso me gusto. 
Al rato estaba el golpeando mi puerta diciendo que me quería demasiado y que no me quería perder, escuchándolo entendí cual era la verdadera realidad, supe entenderlo y el supo entenderme a mi, y en eso ya teníamos nuestro titulo de novios. Luego de eso es como si todo perfectamente comenzó a encajar, mi humor había cambiado ahora sonreía todo el tiempo y tampoco exageraré diciendo que todo me salía bien porque no era así, la vida no es una película pero ante cada problema o desilusión  estaba el apoyándome, haciéndome mas fuerte.

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