Visitas

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Brindando por nunca crecer

Creía que era difícil, sospechaba que algún día pueda volver a ser feliz al 100%, ya no confiaba en las personas solo estaba rendida viviendo la vida que me tocaba y aunque tenia momentos de alegría, sabia que luego de ese venia una gran tormenta y así sucesivamente hasta convertirse en un gran circuito vicioso... Pero de nuevo mis esquemas se rompieron, viéndolo tan formal como nunca imagine, al menos no hasta nuestro casamiento, sonriente y feliz de verme ahí. En ese momento sentí algo especial, pero nada a comparación de lo que viví cerca del final de la noche. Cuando de repente lo vi bailar como nunca lo había visto, sonreír de una manera que yo no podía lograr, saltando, festejando y el disfrutaba ese momento porque no quería que se acabe, quería que sea para siempre.
 Cerca del final todos saltaban, abrazados, cantando y el se encontraba en un costado con los brazos cruzados y los ojos brillosos... En ese momento me di cuenta que no quería acabar este momento, abrazándolo y rendida que nada que yo haga lo haría sentir feliz, era tan fea esa sensación de saber que nada podría aliviarlo. Quería demostrarle que la vida seguía, y que estaba en el poder siendo joven si el así lo sentía. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario