Daban las seis, el sol salía y nosotros seguíamos despiertos. Abrazados desnudos esa era nuestra de amarnos su pecho con el mio desnudos, así nos amábamos nosotros, así el me decía que no le faltaba nada.
Y aunque este quebrada, aunque me haya dolido de por vida. Juro que una parte mía no lo olvido, porque si, se equivocó algo hizo mal. Pero hizo tantas cosas bien que una mal no puede opacar todo el brillo que me dio. Iluminame, vuelveme a iluminar.
Me escuchó morir y ahí me dejó, no quiso verme cuando mi cuerpo era cien por ciento drogas y estaba conectada a uno de esos aparatos que te ayudan a vivir. Quizás sólo estuvo en las buenas, y ¡ que hermoso fueron los buenos momentos acompañados de ti !. Quizás solamente fue eso, un conjunto de Buenos momentos que en las malas pensó en el y no quiso intoxicarse del olor a hospital.
La última imagen que tengo es de mi viajando sola, de noche y diciéndole a el que se vaya así dormía refugiado, de nuevo pensando en el. Y leí en sus labios un te amo, me tiro un beso y se fue. Jamás pensé que ese sería el último adiós.
Y aunque hoy tenga quien se esfuerza por hacerme feliz y que no me falta nada, nadie me besara de la misma manera que el, nadie me generará lo que el, estoy segura que nunca me volveré a enamorar así. Y esta bien porque puedo entender que el fue esos amores que te marcan.
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