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viernes, 22 de julio de 2016

Tus problemas son míos también

Lo miraba y no podría encontrarle solo defecto, es decir hasta sus ojeras le quedaban perfectas.
Tenía ese poder sobre natural en segundos me alteraba logrando que me quiera ir, cuando me armaba de fuerzas para irme me sujetaba tan fuerte que me era imposible escaparme mientras me decía *dale amor te estaba jodiendo" y me miraba con sus ojos amarillos brillante... Así era como me volvía a conquistar una y otra vez, usaba sus encantos para que tomemos café uno encima del otro, para besarnos en mi colectivo. Y yo le creo, no se si es mentira, no se si es verdad pero elijo creerle. Sus besos me saben a mentiras pero yo le creo al amarillo brillante.

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