Después de una tormenta larga e intensa, las cosas empezaban a tomar color, conocí gente, salía, dejaba que me inviten a tomar tragos, que me lleven y me busquen a mí casa, eso no era un impedimento en mí duelo, cuando estaba mal, me lo permitía, cancelaba lo que tenía que cancelar para llorar lo necesario hasta seguir adelante.
En estos encuentros me encontré con una azul que no sabía que existía, me encontré con una azul que a la gente le cae bien (el me hizo entender siempre que yo era mala onda), me encontré con una azul inteligente (según el todo lo que yo decía estaba errado o lo sabia mal, el tenía la última palabra) me encontré con una azul agradable por la que las personas se interesaban, más de lo que mí ex compañero de vida se interesó en estos tres meses, entonces entiendo porque me divierte verme con gente porque me dan un poco de todo el valor que el me arrancó, lo que no entiendo es que busca el, no entiendo cómo pudiste tener una persona que te ama, que hace todo por vos, que se rompe para construirte, rechazarla y buscar otra.
Mí analista dice que no se trata de entender, sino de aceptar, aceptar que esto es lo que el quiso y por más que yo patalee esto va a ser lo que el quiere. Pero aún así, hay momentos, donde esas cosas me carcomen la cabeza donde de verdad no lo reconozco, donde entiendo que nunca terminas de conocer a las personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario