La terminal

Estuve ahí, de nuevo, dicen que nunca nada es igual y en eso tienen tanta razón, porque yo estaba ahí con la misma ropa que esa vez, inconscientemente mi gusto se había repetido, con los sentimientos en mi mano derecha y mi pasaje en la izquierda, escapandome, fugada pero esta vez el no estaba, era un viaje a solas, un viaje sin miedos, un viaje vacío, vacío de mi nene.

Lo recordaba en cada esquina que el colectivo freno, al frenar no estaría su progenitora abrazándome. 

La voz de esa estación recordando que colectivos ya arribaran me giraba el estomago, me prometí no llorar así que pensé y me recordé que estamos en esta situación por el, el habia elegido separarnos, el me ignora, el no contesta mis mensajes, para el soy invisible.

Mi nene que aprendió tan bien a desvestirme, mi niño que me besaba la frente, mi niño que me cuido y protegió hizo tantas cosas bien que hoy lo pienso, una y otra vez.