Tras mi enojo por descubrir una saga de mentiras en el mismo dia no podía hablarle de una manera adecuada, y entiendo que quizás no fue el tono ni las palabras pero no caigas en eso, yo se que el es mas que malas palabras. Era mi dulce pequeño tratandome de tonta, como si fuera una terca que no entendiese nada de la vida.
Esa noche recuerdo que estuve al rededor de una abrazada a mi baño, como antes de un final de mi universidad los nervios me jugaban en contra y una mezcla de llanto, vomito fue toda mi velada, cuando intentaba que mejore solo empeoraba y al acostarme debía salir corriendo al baño. Nunca me entendió nunca lo vio, y yo tampoco nunca lo había visto asi. Estaba demasiado mal como para intentar seguir luchando, aunque yo resurjo en mis peores momentos este era mas que un momento triste este era el peor, este marcaría un antes y después en nuestra relación. Este era el quiebre.
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