Nunca pensé que podría llegar ni aunque sea a mirarte fijamente a los ojos pero ahí estaba yo en ese boliche bailando y sonriendo tal como mi nueva filosofía de vida lo ordena, y ahí estaba el esperando afuera solo para poder recuperarme ¿quien lo diria?. Luego de esa actitud no me quedaron mas dudas de que si podríamos llegar a algo, y desde ahí déjenme decirles que todo fue como magia, las cosas de alguna manera difícil de crecer se acomodaron sola y para mejor, siempre para mejor diría el, nos encontrábamos acostados en el piso de tu cocina mientras nuestro postre estaba en el horno, yo estaba corriendo un riesgo pero cualquier cosa con tal de verlo dormir y ver su sonrisa al despertar.
Sin pensarlo, a penas sintiéndolo todo estaba tan bien entre nosotros, y cuando menos deje mas de imaginar mas motivos para escribir tenia.
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